La leche y los derivados lácteos son la fuente de calcio más adecuada en todas las edades. Es cierto que los huesos adquieren calcio solo hasta los primeros años de la tercera década, pero a partir de entonces, para mantener unos niveles adecuados de calcio en sangre, es imprescindible una ingesta adecuada de este mineral. Si no ocurre así, se extrae el calcio de los huesos y se pierde masa ósea.
Si realizamos una buena ingesta de leche durante toda la vida, mantendremos una buena salud ósea desde la infancia a la vejez. Claro está, que siempre hay intereses (no sé a cuento de qué) de que dejemos de consumir leche..
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