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Hidratación por alimentos

Cuando hablamos de alimentos que nos hidratan, debemos partir de la premisa de que son alimentos que más cantidad de agua contienen en su composición. No debemos confundir los alimentos con las bebidas. De por sí, la gran mayoría de bebidas tienen como objetivo aportar líquidos al organismo. No obstante, existen alimentos que contienen gran parte de agua en su composición y que también nos hidratan. Los 3 grandes grupos de alimentos que se pueden considerar como alimentos que, aparte de nutrirnos, nos hidratan, son las frutas, las verduras y algunos productos lácteos como yogures o leche.
Dentro de cada grupo de alimentos, encontramos mucha variedad en la composición de cada uno de ellos. Podríamos decir que las frutas frescas contienen una media de un 80-90% de agua de su peso total. El plátano tiene algo menos, aun así, el agua también forma parte del 74% de su composición. Las frutas que más agua contienen son las sandías (con más de un 95% de agua) y las, naranjas, grandes amigos de los avituallamientos en algunas competiciones. Las verduras, salvo excepciones, contienen en su composición un 90-95% de agua en su composición. Junto a las verduras nos aportan gran parte de los minerales y de las vitaminas diarias necesarias. También son alimentos que nos hidratan los productos lácteos. La leche es un alimento, no la debemos confundir con una bebida. A parte de hidratar, también nos nutre, y contiene en su composición entre un 88-90% de agua. Los yogures algo menos, aun así, su composición de agua sigue siendo del 85%.
                 
El aporte de líquidos, entre bebidas y alimentos, no debe superar los 7-8 litros al día

El organismo es un mecanismo perfectamente diseñado y tiene sistemas de regulación capaces de eliminar el exceso de agua de manera muy eficiente. Con alimentos es muy difícil sobrehidratarse. No obstante, con la suma de las bebidas (agua y otras) sí que se ha descrito sobrehidratación cuando una persona bebe más líquido de lo que sería aconsejado y de manera continuada. Beber demasiada “agua” sí que puede ser peligroso, sobre todo si la persona no controla el impulso de beber o cuando esta práctica se realiza de manera compulsiva. Es lo que se conoce con el nombre de potomanía y a menudo afecta a personas que quieren perder peso y a algunos atletas que quieren evitar la deshidratación. La potomanía puede ser una patología de tipo psiquiátrico, hormonal o que afecte al hipotálamo (donde se encuentra el regulador de la sed).

En este sentido, cuando el aporte de líquidos supera los 7-8 litros al día de manera continuada se puede alterar el funcionamiento de los riñones, la composición de la sangre, el equilibrio de los fluidos y electrolitos del organismo y producir situaciones como la hiponatremia grave, en la que la concentración de sodio en plasma disminuye y provoca cefaleas, náuseas, letargos, convulsiones y puede llegar al coma. Cuando la persona es consciente de que bebe demasiado debe visitar al especialista para que identifique la causa..

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